Es la hora de cuidarse. ¿Por qué es importante el Autocuidado? ¿Sabemos cuidarnos a nosotros mismos?

El estado de salud de una persona está relacionado en gran medida con los cuidados que se proporciona a sí misma. De tal forma, el autocuidado se traduce en una estrategia para prevenir y promover conductas saludables que contribuyan al cuidado integral del individuo y lo conviertan en el protagonista de su propio cuidado, obteniendo así autonomía y mayor control sobre sí mismo. En este sentido nuestro propósito al publicar este post es el de generar una mayor conciencia sobre la importancia del autocuidado, para lograr un estado de bienestar físico y emocional.

Índice:

1. Definición Autocuidado
2. Modelos clásicos de autocuidado
3. Indicadores de autocuidado en el ámbito físico, psicológico y social
4. Beneficios del autocuidado

¿Qué se entiende por autocuidado?

El autocuidado y/o cuidado de sí mismo hace referencia a la capacidad de estar atentos a lo que nos sucede, a lo que pensamos y a lo que sentimos, a sabernos validar y proteger, en definitiva, a lograr un estado de bienestar físico y psicológico.

Atendiendo al origen del autocuidado y según la autora clásica en este tema, Dorothea Elizabeth Orem, (1983) el autocuidado se define como: El conjunto de acciones que existen en situaciones concretas de la vida, dirigidas por las personas hacia sí mismas o hacia el entorno, para regular los factores que afecten a su propio desarrollo y funcionamiento en función de su salud y bienestar. (1)

Modelos clásicos de autocuidado:

En el modelo de autocuidado de Orem, según el cual es necesario que las personas desarrollen habilidades especializadas que involucren aspectos cognoscitivos, emocionales y conductuales para cuidar su salud, destaca como concepto básico la Capacidad de Agencia de Autocuidado referida a una cualidad y/o aptitud del individuo que le permite realizar una acción intencionada para participar en el autocuidado. Esta habilidad es desarrollada en el transcurso de la vida a través de un proceso espontáneo de aprendizaje que incluye atender, entender, regular, adquirir conocimientos, tomar decisiones y actuar (Orem, 1995)

Así, esta capacidad le permite al individuo diferenciar los aspectos que deben ser controlados, tomar decisiones respecto a que debería hacer partiendo de la reflexión de su estado de salud para comprometerse y emprender acciones para su cuidado.

Desde esta perspectiva, el individuo asume un papel fundamental como gestor de su cuidado para el mantenimiento o consecución del bienestar físico, psicológico y social. Así mismo en este modelo se atribuye especial importancia a la capacidad de autorregulación del comportamiento del individuo en el proceso de autocuidado, dado que es él quien decide y elige estilos de vida responsables tanto en la prevención de enfermedades como en la promoción de la salud.

Por otra parte, el modelo Promotor de Salud de Nora Pender (1982) se caracteriza por un enfoque preventivo mediante la práctica de estilos de vida saludables conformados por dos tipos de comportamientos que se complementan: Los preventivos, orientados a mantener la estabilidad, reduciendo las probabilidades de enfermar, y los comportamientos promotores, referidos a aquellas conductas que incrementan los niveles de bienestar.

En ambos modelos destaca el rol activo del individuo en el cuidado, su carácter social puesto que involucra un proceso de enseñanza -aprendizaje, la madurez psicológica y personalidad. (1)

Indicadores de autocuidado

En el ámbito del cuidado físico:

• Ejercicio físico: Cualquier forma de actividad física que favorezca el mantenimiento de la salud y bienestar del individuo, previniendo enfermedades y complicaciones cardíacas, obesidad y diabetes. Evita la posibilidad de desarrollar trastornos como la ansiedad y depresión
• Alimentación: Puede resultar adecuada o inadecuada en función de un plan de nutrición equilibrado, que supone la selección de alimentos que se van a consumir, preparación y frecuencia de comidas
• Control de la salud: Todas aquellas acciones realizadas para la revisión, mantenimiento y mejora de la salud como revisiones y pruebas médicas, seguimiento de prescripciones de medicamentos
• Hábitos tóxicos: Consumo de alcohol, tabaco, drogas.
• Higiene del sueño: Respetar calidad y cantidad de horas necesarias para el organismo

En el ámbito del cuidado psicológico /emocional, cuidar de sí mismo requiere de un diálogo interno permanente a través del cual podamos reconocer nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales. En definitiva, hacerse responsable de sí mismo, lo que significa identificar nuestras emociones, defender nuestras opiniones, poner límites a los demás, hacerse cargo del bienestar propio, tomar iniciativas y las propias decisiones, saber diferenciar que nos conviene más o cómo invertir el tiempo y energía. Las prácticas en favor del autocuidado emocional repercuten de manera positiva en nuestro entorno e interacción con los demás. (2) (3)

• Emociones predominantes: Acompañadas de reacciones psicofisiológicas en respuesta a determinadas situaciones, personas, etc.
• Funcionamiento cognitivo: En términos de preservación o alteración de las funciones cognitivas, como memoria, atención, percepción, lenguaje, etc.
• Autoestima: Valoración de sí mismo y grado de satisfacción consigo mismo
• Estrategias de afrontamiento: Herramientas/recursos para hacer frente a situaciones de malestar emocional
• Proyectos futuros: Metas/objetivos, expectativas de logro

 En el ámbito social:

• Redes de apoyo: Familiares, amigos que puedan dar soporte emocional, económico y social
• Tiempo libre: Tiempo disponible para la realización de actividades voluntarias, que resulten satisfactorias para el individuo
• Actividades de ocio y esparcimiento: Actividades con carácter de distracción, diversión, relajación y motivación
• Interacción social: Con los amigos, familiares, compañeros de trabajo

Beneficios del autocuidado

Entre los beneficios que reporta el autocuidado encontramos:

• Fortalecimiento de la autoestima
• Capacidad de adaptación y generación de respuestas alternativas para afrontar situaciones de estrés
• Actitud más optimista
• Mayor productividad y rendimiento en las actividades
• Mejor calidad de vida

En el contexto de la rehabilitación, educar en el autocuidado significa tener en cuenta las capacidades y conocimiento del individuo, sus creencias y preferencias, así como el entorno social y familiar con el que cuenta. En quienes han sufrido una lesión neurológica, la transición de una vida autónoma a una situación de dependencia, impacta negativamente en la autopercepción y valoración de sí mismo, en su autonomía y bienestar.

Desde el área de Neuropsicología de Clínica Universitaria La Salle, el trabajo en la promoción de estrategias de autocuidado, de tal forma que se ajusten a sus habilidades, resulta de gran importancia en nuestros pacientes, al contribuir a mejorar su autoestima y calidad de vida.

Luz Angela Vanegas. 

Neuropsicóloga de la Unidad de Rehabilitación Neurológica.

Bibliografía

• Cancio-Bello Ayes., Lorenzo Ruiz, A., & AlarcóEstévez, G. (2020) Autocuidado: Una aproximación teórica al concepto. Informes Psicológicos, 20 (2), 119-138.

https://doi.org/10.18566/infpsic.v20n2a9

Revisado: 20/07/21

• https://mejoras.com (online)

Disponible: mejorconsalud.as.com/autocuidado-emocional-hábitos-fomentarlo/

Revisado: 21/07/21

• Autocuidado Emocional y Personal: Me cuido y me quiero

www.amparocaladinpsicólogos.es (online)

Disponible: amparocaladinpsicólogos.es/autocuidado-emocional/

Revisado: 21/07/21